La cerámica de Andújar y la devoción a la Virgen de la Cabeza, patrona de la ciudad y de la diócesis de Jaén, están profundamente entrelazadas, formando un vínculo único que combina tradición religiosa y arte popular.
Desde tiempos remotos, los alfareros de Andújar han desempeñado un papel crucial en la representación y difusión de la devoción mariana, creando piezas de cerámica que reflejan el fervor y la espiritualidad que la Virgen de la Cabeza inspira en la región.

Una de las manifestaciones más significativas de esta relación se encuentra en las pequeñas reproducciones de la imagen de la Virgen, realizadas en cerámica.
Estas figuras y murales, cuidadosa y detalladamente elaboradas, se han convertido en objetos de culto y recuerdo para los peregrinos que cada año visitan el Santuario de la Virgen de la Cabeza, ubicado en pleno corazón de Sierra Morena.
Estas piezas no solo son un testimonio de la fe, sino también un ejemplo de la maestría artística de los ceramistas locales.
Además de las imágenes de la Virgen, los talleres de cerámica de Andújar también han producido elementos relacionados con la romería, como cántaros, platos conmemorativos, azulejos decorativos y otros utensilios decorados con motivos alusivos a la Virgen y al evento.
La cerámica de Andújar no solo es un medio para plasmar la fe en la Virgen de la Cabeza, sino también una herramienta para transmitir su legado cultural y espiritual a nuevas generaciones.

La unión entre la cerámica y la devoción mariana es un claro reflejo de cómo las tradiciones artísticas y religiosas se enriquecen mutuamente, creando un patrimonio único y valioso para la ciudad de Andújar.
A través de estas piezas, se mantiene viva la memoria de una tradición que une arte y la devoción de Andújar.
Los murales que puedes encontrar en las viviendas de Andújar refuerzan el papel de la Virgen de la Cabeza como símbolo de identidad para los andujareños y para todos aquellos que participan en su romería.
